El cuarto regalo
8 Minutos y 3 Personajes. Llega un cuarto visitante con un regalo después de que se han ido los otros reyes magos. Su regalo, una vela, señala a Jesús como la luz del mundo y como la resurrección.
EL CUARTO REGALO
Escrito por John Fewings y traducido con permiso por Loida Somolinos
PERSONAJES
JOSÉ
MARÍA
VISITANTE
OBRA
JOSÉ. Ya ha pasado otro día y necesitarás descansar todo lo que puedas.
MARÍA. (Un poco abatida.) Cuesta un poco acostumbrarse a cuidar un bebé.
JOSÉ. Así como a las visitas.
MARÍA. Lo sé. Hemos tenido más visitas aquí que en todo el tiempo que hemos estado en Nazaret.
JOSÉ. (Dubitativo.) Quizá sea un poco pronto pero, ¿crees que recuperarás las fuerzas pronto para ponernos en marcha?
MARÍA. ¿Estás todavía preocupado por el sueño, verdad?
JOSÉ. Sí, lo estoy. No quiero que le pase nada al bebé.
MARÍA. Yo tampoco pero no te preocupes porque estará bien.
(Alguien llama a la puerta. Ambos reaccionan.)
MARÍA. (Susurrando, un poco preocupada.) ¿Crees que...?
JOSÉ. (Preocupado pero reaccionando.) No te preocupes, va a estar bien. (José se acerca a la puerta.) ¿Quién es?
VISITANTE. Una visita... del Este.
JOSÉ. ¿Del Este?
VISITANTE. Vengo a ver al bebé. Este es el lugar, ¿no?
JOSÉ. (Abriendo la puerta con cuidado.) Sí... pero... los otros.
VISITANTE. (Un poco desilusionado, entra.) ¿Ya han estado aquí?
JOSÉ. Sí, ya se han ido.
VISITANTE. (Interrumpiendo.) Con lo que me he esforzado en alcanzarles.
MARÍA. ¿Quiere decir que los conoce?
VISITANTE. Sí. Bueno... no. He oído hablar de ellos. Tenía la intención de venir con ellos pero me he entretenido ya que me costó un poco encontrar el regalo adecuado.
MARÍA. ¿Otro regalo?
JOSÉ. Es muy amable de su parte.
VISITANTE. Es un regalo que tiene un significado. Me imagino que ya lo sabrán.
MARÍA. (Amablemente.) Eso es lo que los otros dijeron.
VISITANTE. ¿Les explicaron los significados?
JOSÉ. (Dudando.) No, pero hemos estado hablando de esto.
MARÍA. ...Y creo que sabemos lo que significan...
JOSÉ. O por lo menos el de alguno de ellos.
VISITANTE. Entonces, se imaginarán lo especial que es este niño, ¿no?
JOSÉ y MARÍA. Sí.
VISITANTE. Discúlpeme si les hago una pregunta pero, ¿qué es lo que le regalaron los sabios?
JOSÉ. Fueron muy generosos. Uno de ellos trajo oro. Más oro del que yo haya visto nunca. (Reflexionando.) Si hubieran venido un poco antes podría haber ofrecido un cordero por el niño, en vez de dos tórtolas. Pero quizá, semejante regalo hubiera parecido un poco sospechoso para un humilde carpintero... y no necesitamos más problemas. Parece que vamos a necesitar el dinero para escapar sanos y salvos a Egipto.
VISITANTE. ¿Escapar?
JOSÉ. El Rey Herodes sabe que el bebé ha nacido para ser un rey.
MARÍA. Eso es lo que el oro significa. Es el símbolo de un rey.
VISITANTE. Ya veo. ¿Qué es lo que los otros trajeron?
MARÍA. Incienso. El símbolo de adoración. No va a ser un rey cualquiera. El mensajero del Señor nos dijo que era un “niño de Dios”. Le he dado muchas vueltas a estas palabras y creo que nuestro pequeñín será un día un rey diferente de todos los demás. Será un rey al que la gente se le postrará en adoración.
VISITANTE. Entiendo. Y, ¿el tercero?
(Hay una pequeña pausa – un silencio embarazoso.)
JOSÉ. El tercero... trajo mirra.
VISITANTE. (Sorprendido.) ¡Mirra!
JOSÉ. El símbolo de la muerte. (Hay una pausa pequeña antes de que José intente cambiar de conversación para no preocupar a María.) Me imagino que será un error. Podría significar cualquier otra cosa.
VISITANTE. (Intentando tranquilizarles.) Sí, sí, seguro.
MARÍA. (Con firmeza y calma.) No. Significa la muerte.
VISITANTE. (Con tristeza.) Me temo que tiene razón. Se me dijo muy claro lo que debería traer y estoy seguro de que también fue así con los otros. Es poco probable que se hayan equivocado.
MARÍA. Y, ¿significa muerte?
VISITANTE. (Encogiéndose de hombros.) Para aquellos que son diferentes el camino no es fácil. ¿Para tu hijo...?
JOSÉ. Oro... Incienso... Mirra. Un rey... Adoración... (Hace una pausa.) Muerte.
VISITANTE. Lo siento, no sé qué decir.
JOSÉ. (Un poco nervioso.) Perdónenos... no deberíamos molestarle con nuestros problemas. ¿Ha venido de muy lejos? (Se da cuenta de que ha hecho una pregunta estúpida.) Naturalmente que sí. ¿Cómo supo dónde estábamos?
VISITANTE. Por la estrella.
JOSÉ. Por supuesto... Lo siento... No sé dónde tengo la cabeza.
MARÍA. (Con calma.) ¿Le gustaría ver al niño?
VISITANTE. Sí, me encantaría y creo que es hora de entregarle el regalo.
(El visitante va a coger el regalo. Regresa con una vela encendida que entrega a María.)
MARÍA. Gracias. ¿También es un símbolo?
VISITANTE. Se me dijo lo que tenía que traer.
(Hay una pausa y todos miran la vela.)
JOSÉ. (Mencionando las Escrituras.). ¡Levántate, resplandece, porque llega tu luzy la gloria del Señor brilla sobre ti!
MARÍA. Jesús – “la luz del mundo”.
(El visitante da unos pasos y sopla la vela. José se burla. María está en calma. Unos segundos después, la vela se vuelve a encender.)
JOSÉ. Oro... Incienso... Mirra.
MARÍA. Un rey... Adoración... Muerte.
(Los tres se dan cuenta del significado de la vela. José y María se miran, sus ojos están llorosos pero llenos de paz y felicidad.)
Nota: La completa comprensión de la obra “El cuarto regalo” depende de que la vela se vuelva a encender. Hay que prestar particular atención a este elemento. Este tipo de velas se pueden encontrar en las tiendas de broma o en las que venden complementos para decorar pasteles. Es probable que sólo encuentren velas muy pequeñas (me refiero para las tartas de cumpleaños): en ese caso, será necesario construir una vela falsa más grande para que la velita de cumpleaños haga de llama.
Atención: Deberían practicar cómo soplar la vela de forma que se vuelva a encender después. Tendrá que dejar a la vela que se queme por un rato para concentrar el suficiente calor que permita encender el efecto químico que hace el truco.
Pueden preferir utilizar una falsa vela eléctrica que puedan apagar con un interruptor. He visto la obra con esta fórmula pero personalmente creo que le falta el impacto que se consigue con una vela de verdad.
Copyright John fewings, todos los derechos reservados.
Esta obra se puede poner en escena gratuitamente con la condición de que sus copias no se vendan para sacar ningún provecho; no se debe cobrar ninguna entrada. A cambio de usar libremente la obra, el autor agradecería que se le informara cuando se quiera poner en escena y con qué propósito se lleva a cabo. Se le puede escribir a la siguiente dirección: 50 Howdale Road, Hull, HU8 9JZ, UZ
PERSONAJES
JOSÉ
MARÍA
VISITANTE
OBRA
JOSÉ. Ya ha pasado otro día y necesitarás descansar todo lo que puedas.
MARÍA. (Un poco abatida.) Cuesta un poco acostumbrarse a cuidar un bebé.
JOSÉ. Así como a las visitas.
MARÍA. Lo sé. Hemos tenido más visitas aquí que en todo el tiempo que hemos estado en Nazaret.
JOSÉ. (Dubitativo.) Quizá sea un poco pronto pero, ¿crees que recuperarás las fuerzas pronto para ponernos en marcha?
MARÍA. ¿Estás todavía preocupado por el sueño, verdad?
JOSÉ. Sí, lo estoy. No quiero que le pase nada al bebé.
MARÍA. Yo tampoco pero no te preocupes porque estará bien.
(Alguien llama a la puerta. Ambos reaccionan.)
MARÍA. (Susurrando, un poco preocupada.) ¿Crees que...?
JOSÉ. (Preocupado pero reaccionando.) No te preocupes, va a estar bien. (José se acerca a la puerta.) ¿Quién es?
VISITANTE. Una visita... del Este.
JOSÉ. ¿Del Este?
VISITANTE. Vengo a ver al bebé. Este es el lugar, ¿no?
JOSÉ. (Abriendo la puerta con cuidado.) Sí... pero... los otros.
VISITANTE. (Un poco desilusionado, entra.) ¿Ya han estado aquí?
JOSÉ. Sí, ya se han ido.
VISITANTE. (Interrumpiendo.) Con lo que me he esforzado en alcanzarles.
MARÍA. ¿Quiere decir que los conoce?
VISITANTE. Sí. Bueno... no. He oído hablar de ellos. Tenía la intención de venir con ellos pero me he entretenido ya que me costó un poco encontrar el regalo adecuado.
MARÍA. ¿Otro regalo?
JOSÉ. Es muy amable de su parte.
VISITANTE. Es un regalo que tiene un significado. Me imagino que ya lo sabrán.
MARÍA. (Amablemente.) Eso es lo que los otros dijeron.
VISITANTE. ¿Les explicaron los significados?
JOSÉ. (Dudando.) No, pero hemos estado hablando de esto.
MARÍA. ...Y creo que sabemos lo que significan...
JOSÉ. O por lo menos el de alguno de ellos.
VISITANTE. Entonces, se imaginarán lo especial que es este niño, ¿no?
JOSÉ y MARÍA. Sí.
VISITANTE. Discúlpeme si les hago una pregunta pero, ¿qué es lo que le regalaron los sabios?
JOSÉ. Fueron muy generosos. Uno de ellos trajo oro. Más oro del que yo haya visto nunca. (Reflexionando.) Si hubieran venido un poco antes podría haber ofrecido un cordero por el niño, en vez de dos tórtolas. Pero quizá, semejante regalo hubiera parecido un poco sospechoso para un humilde carpintero... y no necesitamos más problemas. Parece que vamos a necesitar el dinero para escapar sanos y salvos a Egipto.
VISITANTE. ¿Escapar?
JOSÉ. El Rey Herodes sabe que el bebé ha nacido para ser un rey.
MARÍA. Eso es lo que el oro significa. Es el símbolo de un rey.
VISITANTE. Ya veo. ¿Qué es lo que los otros trajeron?
MARÍA. Incienso. El símbolo de adoración. No va a ser un rey cualquiera. El mensajero del Señor nos dijo que era un “niño de Dios”. Le he dado muchas vueltas a estas palabras y creo que nuestro pequeñín será un día un rey diferente de todos los demás. Será un rey al que la gente se le postrará en adoración.
VISITANTE. Entiendo. Y, ¿el tercero?
(Hay una pequeña pausa – un silencio embarazoso.)
JOSÉ. El tercero... trajo mirra.
VISITANTE. (Sorprendido.) ¡Mirra!
JOSÉ. El símbolo de la muerte. (Hay una pausa pequeña antes de que José intente cambiar de conversación para no preocupar a María.) Me imagino que será un error. Podría significar cualquier otra cosa.
VISITANTE. (Intentando tranquilizarles.) Sí, sí, seguro.
MARÍA. (Con firmeza y calma.) No. Significa la muerte.
VISITANTE. (Con tristeza.) Me temo que tiene razón. Se me dijo muy claro lo que debería traer y estoy seguro de que también fue así con los otros. Es poco probable que se hayan equivocado.
MARÍA. Y, ¿significa muerte?
VISITANTE. (Encogiéndose de hombros.) Para aquellos que son diferentes el camino no es fácil. ¿Para tu hijo...?
JOSÉ. Oro... Incienso... Mirra. Un rey... Adoración... (Hace una pausa.) Muerte.
VISITANTE. Lo siento, no sé qué decir.
JOSÉ. (Un poco nervioso.) Perdónenos... no deberíamos molestarle con nuestros problemas. ¿Ha venido de muy lejos? (Se da cuenta de que ha hecho una pregunta estúpida.) Naturalmente que sí. ¿Cómo supo dónde estábamos?
VISITANTE. Por la estrella.
JOSÉ. Por supuesto... Lo siento... No sé dónde tengo la cabeza.
MARÍA. (Con calma.) ¿Le gustaría ver al niño?
VISITANTE. Sí, me encantaría y creo que es hora de entregarle el regalo.
(El visitante va a coger el regalo. Regresa con una vela encendida que entrega a María.)
MARÍA. Gracias. ¿También es un símbolo?
VISITANTE. Se me dijo lo que tenía que traer.
(Hay una pausa y todos miran la vela.)
JOSÉ. (Mencionando las Escrituras.). ¡Levántate, resplandece, porque llega tu luzy la gloria del Señor brilla sobre ti!
MARÍA. Jesús – “la luz del mundo”.
(El visitante da unos pasos y sopla la vela. José se burla. María está en calma. Unos segundos después, la vela se vuelve a encender.)
JOSÉ. Oro... Incienso... Mirra.
MARÍA. Un rey... Adoración... Muerte.
(Los tres se dan cuenta del significado de la vela. José y María se miran, sus ojos están llorosos pero llenos de paz y felicidad.)
Nota: La completa comprensión de la obra “El cuarto regalo” depende de que la vela se vuelva a encender. Hay que prestar particular atención a este elemento. Este tipo de velas se pueden encontrar en las tiendas de broma o en las que venden complementos para decorar pasteles. Es probable que sólo encuentren velas muy pequeñas (me refiero para las tartas de cumpleaños): en ese caso, será necesario construir una vela falsa más grande para que la velita de cumpleaños haga de llama.
Atención: Deberían practicar cómo soplar la vela de forma que se vuelva a encender después. Tendrá que dejar a la vela que se queme por un rato para concentrar el suficiente calor que permita encender el efecto químico que hace el truco.
Pueden preferir utilizar una falsa vela eléctrica que puedan apagar con un interruptor. He visto la obra con esta fórmula pero personalmente creo que le falta el impacto que se consigue con una vela de verdad.
Copyright John fewings, todos los derechos reservados.
Esta obra se puede poner en escena gratuitamente con la condición de que sus copias no se vendan para sacar ningún provecho; no se debe cobrar ninguna entrada. A cambio de usar libremente la obra, el autor agradecería que se le informara cuando se quiera poner en escena y con qué propósito se lleva a cabo. Se le puede escribir a la siguiente dirección: 50 Howdale Road, Hull, HU8 9JZ, UZ