Han pasado ya 7 días de la navidad; ya estamos en año nuevo, la mayoría de los juguetes ya están rotos, del pavo no quedan ni los huesos, no queda ni una taza de chocolate ni un trozo de panetón.
La familia que vino de lejos ya regresó, aunque quizás algunos se queden para año nuevo.
La navidad ya pasó, pero hay alguien que siempre se queda.
Mas allá de la navidad, está la persona que la provocó al entrar al mundo, aquel que vino con un propósito, quien vino a morir por ti.
Ese regalo tan grande que trajo, la vida eterna, el perdón, la liberación del pecado y sus consecuencias.
Jesucristo es el mejor y mayor regalo.
¿Qué harás tu con ese regalo?
Como todo regalo tu puedes aceptarlo o rechazarlo.
Uno de los momentos más bellos en la navidad es cuando vemos a los más pequeños reir y saltar cuando abren y ven su regalo, la alegría es tan espontánea y tan llena de felicidad que pensamos: "Valió la pena la inversión".
Dios nos ve así, cada vez que una persona se arrepiente y recibe a Jesús, dice: "Valió la pena la inversión, valió la pena enviar a mi Hijo"; y Jesús dice: "Valió la pena mi sacrificio, valió la pena el morir en la cruz."
Haz que valga la pena ese sacrificio, ven y recibe a Jesús.
Repite esta oración conmigo en voz alta:
"Dios, te agradezco por enviar a Jesús a morir por mi, yo creo que lo resucitaste de los muertos y lo recibo como mi Señor y Salvador. Amén".
Si haz hecho esta oración, ponte en contacto conmigo, queremos saber de ti para poder darte algunos consejos útiles para tu vida.
Que Dios te siga bendiciendo
La familia que vino de lejos ya regresó, aunque quizás algunos se queden para año nuevo.
La navidad ya pasó, pero hay alguien que siempre se queda.
Mas allá de la navidad, está la persona que la provocó al entrar al mundo, aquel que vino con un propósito, quien vino a morir por ti.
Ese regalo tan grande que trajo, la vida eterna, el perdón, la liberación del pecado y sus consecuencias.
Jesucristo es el mejor y mayor regalo.
¿Qué harás tu con ese regalo?
Como todo regalo tu puedes aceptarlo o rechazarlo.
Uno de los momentos más bellos en la navidad es cuando vemos a los más pequeños reir y saltar cuando abren y ven su regalo, la alegría es tan espontánea y tan llena de felicidad que pensamos: "Valió la pena la inversión".
Dios nos ve así, cada vez que una persona se arrepiente y recibe a Jesús, dice: "Valió la pena la inversión, valió la pena enviar a mi Hijo"; y Jesús dice: "Valió la pena mi sacrificio, valió la pena el morir en la cruz."
Haz que valga la pena ese sacrificio, ven y recibe a Jesús.
Repite esta oración conmigo en voz alta:
"Dios, te agradezco por enviar a Jesús a morir por mi, yo creo que lo resucitaste de los muertos y lo recibo como mi Señor y Salvador. Amén".
Si haz hecho esta oración, ponte en contacto conmigo, queremos saber de ti para poder darte algunos consejos útiles para tu vida.
Que Dios te siga bendiciendo
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